La actividad, organizada por Rafting y Aventura del Alto Neuquén, ofrece un recorrido de más de dos horas por el Huiganco el “Jardín del Neuquén” y el paraje Charra Ruca, e incluye traslado, equipamiento completo, registros audiovisuales y un almuerzo para cerrar la experiencia.
El próximo 24 de noviembre se llevará a cabo una bajada en rafting por el río Neuquén en el sector de Huinganco. Se trata de una actividad a precio promocional en el contexto de la Fiesta Nacional del Chivito, la Danza y la Canción a realizarse el fin de semana largo próximo en Chos Malal.
“La idea es poder ofrecerle una propuesta diferente a los visitantes o residentes de la zona y de Chos Malal que vengan a disfrutar de la Fiesta Nacional del Chivito”, señaló Martín Díaz Schamberger, propietario de la empresa Rafting y Aventura del Alto Neuquén, encargada de la propuesta.
Díaz Schamberger, explicó que “la flotada tiene una duración de 2.30 horas en la que se podrán conocer las bellezas naturales de Huinganco, llamado el jardín del Neuquén, y una reseña histórica del paraje Charra Ruca a 4 kilómetros de la localidad, que fue el primer asentamiento cívico de la provincia”.
El paquete tarifario de la actividad es con cupo limitado e incluye transporte de ida y de vuelta desde y hasta Chos Malal, equipamiento (chaleco, casco, remo y seguro por accidentes), fotografía y video del recorrido y al finalizar la excursión acuática, un rico almuerzo.
Más información e inscripción al teléfono móvil 2942 694662 y en redes: raan.rafting .
Región del Alto Neuquén
La región del Alto Neuquén ofrece una experiencia completa de senderismo, arqueología, pesca y fiestas populares; donde la magia se funde con el asombro y la aventura.
Está compuesta por localidades como Chos Malal, Andacollo, Huinganco, Los Miches, Las Ovejas, Varvarco-Invernada Vieja y Manzano Amargo.
El silencio -dada la inmensidad del paisaje- invita a disfrutar de los sonidos y de una visual hermosa, así como también invita a practicar de una variada oferta de actividades en la naturaleza, que van desde la observación de flora y fauna, el relax y los deportes de aventura.
Cada localidad tiene un paisaje que invita a desear ver qué hay más allá del horizonte. A sentir en la piel el significado de “cordillera del viento” y a ser testigo de la calidez y hospitalidad de sus habitantes.
Las construcciones de adobe, sus historias sociales, mitos y leyendas; la música, el canto tradicional y popular relacionado con la cueca y tonadas folclóricas de la gente de campo; las fiestas campesinas, productivas y trashumantes; y la devoción religiosa, hacen a una experiencia genuina de cultura y tradición.
Valles abiertos y cerrados con serranías y elevaciones de montaña con variedad de colores, la estepa patagónica, la nieve en las altas cumbres, arroyos, ríos, lagunas y mallines, constituyen un cuadro de la zona.
Muy cerca se pueden visitar las Áreas Naturales Protegidas de los volcanes Tromen y Domuyo, y en el camino se puede apreciar un paisaje que aún no ha sido intervenido.
Un imperdible de la región es probar la gastronomía local, con el chivito del norte neuquino a la cabeza. También a probar el ñaco, la chupilca, el mote, los quesos caseros elaborados con leche de cabra o vaca y los dulces elaborados en Huinganco; las conservas de chivo, pavo y ajos y la trucha fresca, entre otros productos.