Alberto Pérez falleció esta tarde, a los 83 años. Fue el fundador de la empresa gastronómica más importante de la ciudad, cuyo reconocimiento trasciende las fronteras.
Alberto estaba internado en un centro asistencial de Bariloche, donde se recuperaba de dolencias en su estado de salud. Sin embargo no logró reponerse y su familia confirmó la noticia este miércoles.
La empresa gastronómica se transformó en un Ãcono de la localidad, tanto sus parrillas como el local de pastas, siendo elegida por cientos de comensales a diario, entre turistas y residentes.
El empresario comenzó con la actividad en la década del 80, cuando instaló su primera parrilla a metros del rÃo Limay, en territorio neuquino. Desde entonces, la empresa tuvo un crecimiento sostenido aunque siempre con el particular estilo de Alberto.
Durante los primeros años fue el propio Alberto quien se encargó de la parrilla para deleitar a los comensales que elegÃan su espacio para disfrutar de distintos cortes de carne. Con el paso de los años, las seis mesas que tenÃa ese lugar ya no eran suficientes por lo que eligió un nuevo lugar, al lado del puesto caminero, en el acceso a Bariloche.
Los locales de calle Elflein, Villegas y del kilómetro 8 se complementaron luego con un espacio dedicado exclusivamente a la elaboración de pastas caseras, en la esquina de Villegas y Elflein. Además tuvo un restaurante en Mitre y Frey, y luego construyó un local propio de pastas en Elflein, entre Quaglia y Villegas.
También ideó un espacio gastronómico en la capital neuquina aunque luego decidió franquiciar el espacio a Flavio Barberis, quien hasta ese momento habÃa sido proveedor de la empresa.
Alberto siempre basó su estilo en los detalles y la atención personalizada y era su costumbre, incluso hasta hace pocas semanas, recorrer mesa por mesa para tener la opinión de los comensales.
El Boliche de Alberto logró reconocimiento internacional, incluso obteniendo distinciones en Europa, las cuales exhibÃa en su oficina administrativa, ubicada en la planta alta de una de sus parrillas.
A pesar del éxito y de la expansión de su empresa, Alberto eligió siempre mantener la génesis familiar de la compañÃa y compartir su conducción con su hija y su yerno, Ana y Mario, y su esposa, quien lo acompañó hasta su despedida.
Su fallecimiento generó gran conmoción en el ámbito gastronómico de la ciudad. La Comisión Directiva de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de la ciudad (AEHGB) lamentó profundamente el fallecimiento de Alberto, socio de la institución “y gran impulsor de la gastronomÃa y el turismo de la ciudadâ€.
"Suelo decir, que cuando se van de gira personas adultas mayores, en realidad han llegado a puerto después de un largo viaje por la vida... Dramático es cuando muere alguien joven. Allà suelo decir que me siento en presencia de un naufragio, de un viaje inconcluso, que es otra cosa." Con estas cálidas palabras Alejandro Maglione lo despido un amigo de la vida.