El 17 de junio del 2010, Diego Boneffoi recibió un impacto de bala en la nuca, que disparó desde un su arma reglamentaria el cabo Sergio Colombil. La policía que rondaba el barrio no tuvo ningún motivo para terminar con la vida del joven. Horas más tarde, cuando los amigos y conocidos se fueron enterando se desató un descontento espontáneo, al que efectivos de la comisaria respondieron con más balas de plomo. En el enfrentamiento, murieron también Nicolás “Nino” Carrasco, de 16 años  y Sergio Cárdenas, de 29 años. “Ya pasaron 10 años, hoy la causa se encuentra a resolverse, en una etapa federal. Nosotros hace dos años pudimos, después de unos largos 8 años llevar a juicio a los policías que mataron a Sergio, y a los que están involucrados en la muerte de él, de Diego y de Nino, y además a la cadena de mando”, precisó Karina Riquel, pareja de Cárdenas.

En el 2018 se desarrolló un juicio que favoreció a los policías  Víctor Darío Pil, Marcos Rubén Epuñan y Víctor Hugo Sobarzo con la carátula de “homicidio en riña”, se les impuso una pena de cuatro años de prisión efectiva. En tanto que el ex Secretario de Seguridad provincial Víctor Cufré, y los comisarios Jorge Villanova y Argentino Hermosa están acusados por “homicidio culposo y lesiones graves y leves culposas”.  Mientras que los comisarios Fidel Veroiza y Jorge Carrizo, están bajo la carátula de “homicidio culposo”. Sin embrago ninguno cumple la sentencia.

Si bien hay una sentencia a 4 años de prisión, a una década de los asesinatos, la condena no se efectivizó. “Tenemos expectativas porque hay un decreto que establece que las causas que estén para resolverse tienen resolverse de inmediato. No es necesario que termine la pandemia. Nosotros lo que deseamos  es que quede firme la sentencia, porque ya sería la última instancia para que a ellos los puedan detener. Ellos tienen que cumplir la pena detrás de la reja, como cualquier persona”, afirmó la mujer.

“Ellos iniciaron una instancia de apelación ante la Corte Suprema. La Corte Suprema de Justicia a nivel provincial, dictaminó el rechazo la solicitud y en  palabras más claras, les contestaron que habían sido bien condenados por la Cámara de Bariloche.  El abogado que los representa instó una recusación a nivel federal, porque ellos quieren agotar todas las instancias que tienen, esto se vio el 20 de febrero por última vez en el Juzgado Federal, luego comenzó la pandemia y por lo que hablamos con los abogados, la situación está por resolverse”, explicó Riquel.  

En un nuevo aniversario los familiares exigieron que los policías cumplan la condena. “Es angustiante la espera, los meses, los años siguen pasando y nosotros seguimos esperando. Nosotros esperamos 8 años para poder llevarlos al banco de los acusados y ahora hace dos años que el expediente sigue dando vueltas de juzgado en juzgado, cuando ya existe una condena firme, dispuesta por la Cámara de Bariloche”, argumentó Riquel.  

“Estos fueron años muy difíciles no sólo para mí, sino para toda la familia. Yo tengo dos hijos de Sergio, que en ese momento tenían 1 año y 5 años. Hoy ellos han crecido, tienen 11 y 15 años, y la verdad es que la crianza ha sido una tarea bastante difícil, tuve que criarlos sola, y no solamente por lo que pasamos  sino por esta mochila tan pesada de tener que pedir justicia por la muerte de su papá”, sintetizó Riquel.

La experiencia marcó la vida de Riquel  y la de sus hijos para siempre, la mujer   fue que fue constante en su pedido de justicia, expresó “ayer cuando nos reunimos en el juzgado, lo veía a mi hijo mayor leyendo un documento y la verdad es que sentí mucha emoción. Por un lado te da tristeza y, al mismo tiempo, te genera satisfacción. Fue conmovedor verlo tan grande, leyendo en voz alta un documento, es una satisfacción propia verlos crecer y ser buenos chicos , y por otro lado la tristeza de que aún son pequeños, tienen 11 y 15 años, y no es justo que ellos tengan que estar a esta edad, haciendo un reclamo de esta magnitud. Pienso que esto debería salir de la justicia sin que uno tenga que golpear puertas, como lo hemos hecho nosotros durante todos estos años para que la causa no duerma. Porque lo que aprendí durante todos estos años es que si uno no golpea puertas, no reclama, no anda, no insiste, las causas duermen en algún cajón del Poder Judicial”.  

Con respecto a la condena Riquel, opinó que “los condenan a tan pocos años, porque es son muy pocos años, pero sé que hay casos como el de Rafael Nahuel,  y  otros, que han sido  asesinados por el Estado, y que  han quedado en la nada, y entonces  siento que de alguna manera le arrancamos un poquito de justicia, algo gané por el esfuerzo de todos estos años”.

Qué pasó

En la madrugada del 17 de junio, el cabo de la Policía de Río Negro, Sergio Colombil, había asesinado en uno de los barrios obreros del Alto a Diego Boneffoi, de 15 años. Las barriadas se alzaron contra la represión policial, hubo piquetes y movilizaciones en repudio al crimen de Diego. Las  manifestaciones fueron brutalmente reprimidas, al inicio con perdigones de goma y gases lacrimógenos, y, una vez que se terminaron esas municiones, la empresa de seguridad Prosegur habilitó los perdigones de acero que fueron mortales para Sergio y Nino.