En las últimas horas, algunos de ustedes han sido testigos de un ataque desmedido perpetrado por medios y periodistas vinculados al poder de Río Negro en mi contra.

Intentan transformar el desconocimiento  a la normativa de Lotería Provincial que podría configurarse en infracción, acontecido durante un sorteo realizado por la comisión directiva de un Club Social, en una falsa denuncia penal por "presunta estafa".

Esta acusación infundada surge después de que expusiera cómo en nuestra provincia el gasto público se convierte en una celebración para unos pocos privilegiados.

Hace unos años, formé parte de la comisión directiva del Club Las Grutas, tras el trágico incidente en el que un niño resultó electrocutado en el alambre de un club en San Antonio Oeste debido a la negligencia y el abandono. Como ciudadana y madre involucrada, me dolió y sigue doliéndome ver cómo la negligencia y el abuso de poder afectan a nuestra comunidad. Mientras otros clubes gozaban de privilegios y beneficios gracias a maniobras políticas, nosotros financiábamos todas nuestras acciones con recursos propios o contribuciones de la comunidad. Todo lo recaudado, y más (dado que financiábamos con recursos de nuestro propio bolsillo), se destinaba a la institución en forma de mejoras para los socios.

Por eso es imperativo levantar la voz y exponer la verdad. Mientras continúa la extravagancia en el gasto público en las provincias, las necesidades básicas de la gente son ignoradas y desatendidas.

Intentan atacarme, adoctrinarme, amedrentarme. Pero cuando se ejerce presión sobre una herida, brota pus. Cuando alguien se atreve a cuestionar el statu quo, se convierte en blanco de represalias y persecuciones. Sin embargo, nuestra determinación es más fuerte que su intimidación.

La discrecionalidad en el manejo de los fondos públicos es un tema crítico en el que debemos centrarnos. Gastos exorbitantes e injustificables, como los revelados recientemente en relación al Turismo Carretera, con costos asumidos por la gobernación y empresas estatales por un total de 85 millones de pesos destinados a auspicios y obras de alumbrado en un autódromo privado, así como las asignaciones millonarias de la provincia a clubes e instituciones seleccionadas a dedo por el gobierno de turno.

Es hora de acabar con la impunidad y la corrupción que corroen nuestra sociedad. Debemos unirnos y alzar la voz contra aquellos que se enriquecen a expensas del sufrimiento de los más vulnerables. Solo juntos podemos construir un futuro más justo y equitativo para todos.