Desde que comenzaron los incendios ha habido informes e informaciones contradictorias y confusas. No se sabe bien la dimensión de los mismos, si en realidad se está trabajando bien o mal, si los recursos son suficientes o no y los obvios cuestionamientos a los dirigentes y responsables o representantes de está área.
Proliferan los audios de whatsapp y videos de Internet por todas partes. Cada tanto también se reciben gacetillas de prensa oficiales y fuentes de gobierno que también expresan su parecer.
Un sector de los medios se han vuelto expertos en incendios y vecinos con ganas de hablar narran cuál bardos medievales las peripecias de su estar cercanos al desastre compitiendo con la prensa en sus narrativas.
Se suma a todo este desconcierto el aprovechamiento polÃtico de algunos que ven en esta desgracia una forma más de fustigar al gobierno en su aparentemente inoperancia. Vecinos auto convocados (está de moda), grupos o individuos recaudadores de recursos comienzan hacerse cargo de la situación cual expertos en la materia.
Seguramente en medio de todo el caos informativo y desastroso de la situación algunos vivos llevaran agua para su molino y algún recursos dados de buena fe por los vecinos que en medio de la situación se sienten mal por no poder aportar.
¿Cuál es la verdadera situación de los incendios?
¿La que narran vecinos de los lugares afectados. o los que aparecen en los partes oficiales?
Si somos objetivos, deberÃamos confiar en la información oficial. Pero por experiencias anteriores siempre queda la duda. Se habla de falta de recursos para la contención del fuego, incluso brigadistas. De ser cierto serÃa una situación injustificable para el ministerio de medio ambiente, actor directo en este tipo de situaciones.
La realidad es que hasta hoy los incendios siguen vivos. De una manera u otra se sigue trabajando para su contención y apagado bajo las condiciones climáticas de este verano cálido y ventoso. Dejar trabajar a los que saben deberÃa ser mejor que querer algunos disfrazarse de superhéroes.