Quienes vivimos intensamente la política no podemos dejar de percibir la apatía entre los ciudadanos de cara a las próximas elecciones. Los motivos pueden ser varios, algunos vienen arrastrándose desde el 2001 con el que se vayan todos, y la verdad es que no se fue nadie. La pandemia, el aislamiento, el desastre económico que estamos atravesando, los jóvenes y no tan jóvenes que al ver un negro futuro sólo piensan en emigrar. También están quienes piensan ¿para qué voy a votar si es todo lo mismo? Les puedo asegurar que no es así.

​Por esos tiempos, año 2003, asomaba en la política partidaria alguien que venía de atravesar como presidente los años más gloriosos del club Boca Juniors. Mauricio Macri. No fue el primero que dio ese salto, Alberto J. Armando, otro presidente exitoso de Boca intentó lo mismo pero fracasó. En el caso de Macri ocurrió todo lo contrario. Arrancó como legislador, luego fue dos veces Jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires para finalmente llegar a la Presidencia de la Nación. Todo esto, respaldado por Propuesta Republicana (PRO), el partido que él mismo cofundó.

​El camino que recorrió Aníbal Tortoriello no fue muy diferente. Al igual que Macri llegó a la política partidaria desde la queja, la bronca. Siendo un exitoso empresario (continuó con el desarrollo de la empresa de transporte fundada por su padre, en la cual fue chofer desde los veinte años para llegar a presidir cámaras empresariales y a los bomberos voluntarios de la provincia). Desde sus profundas raíces cristianas entendió que había que comprometerse políticamente.

​Con poco y nada de apoyo, para sorpresa de extraños, se postuló a intendente de Cipolletti, ciudad que ama y en la cual formó su familia y nacieron sus nietos. Los vecinos creyeron en él, y él no los defraudó: su gestión fue reconocida como una de las más exitosas de la República. En menos de doce meses no sólo terminó con el déficit municipal sino que las arcas, por primera veces comenzaron a tener saldo positivo.

​Su tarea no fue fácil, es que este outsider comenzó a corregir y terminar con los desvíos que hacen de la gestión municipal un agujero negro donde cae el dinero de los vecinos. Pavimentó más de setecientas cuadras, desarrolló y puso en marcha un sistema pluvial que terminó con las inundaciones, reorganizó el sistema de salud y el de recolección de residuos, jerarquizó la función pública y, cuando finalizó su mandato las cuentas seguían teniendo números azules. Hoy Tortoriello camina por su ciudad con la frente alta y lo único que recibe es el cariño y reconocimiento de sus vecinos.

​A poco de comenzar su gestión, decidió afiliarse al PRO, es que encontró en este partido, además de los paralelos con Macri, el partido que replicaba los valores y proyectos que él mismo sostenía y sostiene.

​El mérito, la educación, la trasparencia, el respeto, son los valores que lo apuntalan. Una perlita: durante los años como intendente, Tortoriello donaba su sueldo a instituciones de bien público. Es que Aníbal entiende la política como un servicio, es la forma que tiene de decirle a su ciudad, a la provincia y al país, que está dispuesto a devolver lo que el país le brindó.

​El PRO de Río Negro estuvo intervenido durante años y cuando, gracias al esfuerzo y reclamo de dirigentes y afiliados, se consiguió la normalización, Aníbal fue electo presidente. Desde allí decidió dar un paso más, ser Diputado Nacional para representar en el Congreso a los vecinos rionegrinos.

​Es importante que quién ve la política como algo ajeno, distante y no sabe que se dirime en unos días, se entere. Las PASO (Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias) son importantes por dos motivos: el primero es que hay que superar un porcentaje mínimo (piso) para que el precandidato pueda presentarse en noviembre como candidato, el segundo es cuando una alianza o un partido tienen más de un  precandidato. Este es el caso de la Alianza Juntos por el Cambio en Río Negro.

​JxC Río Negro lleva tres listas identificadas en con el número 504 y cada una de ellas con una letra que las distinguen. El elector tiene una inmensa oportunidad, por eso es esencial conocer a cada precandidato.

​Suelo escuchar “a Tortoriello no lo conozco”. Eso es malo y no hay tiempo para corregirlo. Entonces el ejercicio es poner en una balanza las grageas que te he comentado y sumarle las siguientes: siempre fue de PRO, no pasó por todo el arco político como otros candidatos. Tiene curriculum, no tiene antecedentes, ni una mancha. No negocia ni cede cuando de principios se trata (por eso cuenta con el apoyo de todos los referentes del PRO NACIONAL), lo acompañan en la lista representantes de la CC ARI y del radicalismo (el que fiel a su lema sostiene que se quiebre pero no se doble), tiene decenas de proyectos (defensa de la propiedad privada y la soberanía, rechazo a la prórroga de la ley 26.160, declarar a la Educación como esencial, fortalecimiento de la Justicia y el sistema de Salud, Ficha Limpia como condición para ser candidato, Boleta Única, disminución y eliminación de impuestos para fomentar a las PYMES, reforma Laboral para generar primer empleo, restablecimiento del sistema de actualización de haberes jubilatorio aprobado en el 2017). En el otro plato de la balanza, no se me ocurre nada para poner.

​Tortoriello cree en Río Negro y en vos, te pido que vos creas en él. Tenés que estar convencido que en la Cámara de Diputados cada vez que levante la mano o lleve un proyecto será en beneficio de todos nosotros.

​No dejes de ir a votar, el kirchnerismo y sus aliados, como JSRN, están a un paso de obtener mayoría propia en las Cámaras y si lo logran, chau República.