Esta mañana el gobernador Omar Gutiérrez entregó el condominio social tutelado para mujeres trans en estado de vulnerabilidad. La obra demandó una inversión de 27,6 millones de pesos y será administrada por el monasterio Carmelitas Descalzas, a partir de la labor de la hermana Mónica Astorga.
La iniciativa surgió a partir del trabajo conjunto de la dirección provincial de Buenas Practicas del ministerio de CiudadanÃa, el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo, la municipalidad de Neuquén y el monasterio de las Carmelitas Descalzas.
Las beneficiarias son mujeres trans en estado de máxima vulnerabilidad. El complejo cuenta con un salón de usos múltiples, una oficina de administración y doce departamentos, seis en planta baja y seis en la planta superior.
Del acto participaron el intendente de la ciudad de Neuquén, Mariano Gaido; el ministro de CiudadanÃa, Ricardo Corradi Diez, y la subsecretaria de Derechos Humanos, Alicia Comelli, entre otras autoridades.
“Mi sueño era que las mujeres trans tuvieran una casa digna, porque nunca se les da una oportunidad. No tiene derecho a nada. Pidiendo ayuda y encontrando gente con buena voluntad que empezó a unirse a esta locura se logró esto que hoy es una realidadâ€, sostuvo la hermana Mónica Astorga.
“Doce mujeres trans que abren por primera vez una casa a estrenar, yo les decÃa a ellas que ustedes van a vivir allà el tiempo que ustedes decidan. Si un dÃa deciden irse o se mueren, ese lugar lo va a ocupar otra compañera. Estos departamentos son muy luminosos; y ellas vivieron en la oscuridad porque nosotros las hicimos vivir ahÃ, vivieron siempre de noche; entonces tienen que aprovechar la luz de este lugar, que es único en su tipo en todo el mundo. No hay casa para trans en ningún otro lugarâ€, agregó.
“Se trata de un plan habitacional para que las personas trans puedan concretar el derecho a la vivienda, al bienestar, a desarrollarse aquà familiarmenteâ€, sostuvo el mandatario.
Gutiérrez felicitó además a Mónica Astorga “por tu lucha, porque esto es fruto de tu lucha y tu trabajo, de haberte acercado para contarnos qué necesidades habÃa, de haber confiado y sostenido con paciencia este proyecto el tiempo que nos demandó concretarloâ€.
Una de las beneficiarias, Cintia DÃaz, se mostró “agradecida con la hermana Mónica, con el gobernador Gutiérrez y con el IPVUâ€.
“Esto nos cambia la vida. Estamos muy felices, creo que las doce que vamos a vivir en el complejo lo vamos a cuidar muchÃsimo, porque nunca vivimos en un lugar asÃ, siempre fueron lugares precarios, sin gas, cloacas ni luz; y hoy gracias a la hermana Mónica estamos cumpliendo este sueñoâ€, aportó Erica DÃaz.
“Desde chicas sufrimos primero la exclusión de la familia y nos quedamos en la calle a temprana edad todas nosotras. Después, en los lugares en los que vivimos siempre se aprovecharon de nuestra condiciónâ€, agregó Wanda.