La variante Delta está presente hace casi un mes en Córdoba y, por el momento, no le gana la pulseada biológica a las ya autóctonas Gamma (Manaos) y Lambda (Andina).

Esto va subrayado en el balance de los primeros días de investigación epidemiológica del brote sin nexo, con un viajero que tiene eje en Deán Funes y se ramifica en Cerro Colorado y la ciudad de Córdoba.

Y con el “por el momento” destacado con resaltador amarillo.

Llegar al caso cero de este brote es una misión casi imposible.

La investigación es retrospectiva y la ventana temporal sobre la que se ubica la fecha probable de contacto con el nexo ya supera los 14 a 18 días en que el virus -y por consiguiente la determinación de su linaje genómico- es sensible a un test de PCR.

Para entender esto, vale repasar cómo se detectó el primer caso, que no es el cero: una pediatra que trabaja en el hospital Romagosa de Deán Funes dio positivo a un test, a pesar de estar vacunada con dos dosis y haber tenido un contagio durante la primera ola. Esta tipificación está encuadrada dentro de los casos que van directamente a vigilancia genómica, porque darían cuenta de una mayor carga viral en el contagio y la probabilidad de Delta.

Ese fue el primer confirmado por laboratorio, con fecha de inicio de síntomas estimada el 4 de agosto. Pero dicha médica no fue el primer caso dentro de su grupo familiar: hubo dos contagios anteriores, que llevan la fecha de inicio de síntomas una semana más atrás. El contacto con el nexo tuvo que ocurrir, entonces, a mediados de julio. No hay memoria que recuerde, ni análisis que compruebe y verifique ese contacto de riesgo.

Para el Ministerio de Salud provincial, hay aún transmisión en un grado intermedio entre clusters intrafamiliares y comunitaria. Y, por ahora, no predomina.

Lo saben porque los resultados de vigilancia genómica sobre casos positivos en la población, tomados al azar pero con representación de la distribución territorial, siguen mostrando a la variante de Manaos como predominante, con Andina en segundo lugar y sin ningún caso de Delta reportado por esta vía. En Deán Funes, tras el primer caso positivo, todos los nuevos testeos que confirmaron Covid fueron a la revisión de su linaje y ahí también, con excepción de los casos confirmados con vínculo con la familia del brote, la mayoría fueron variante Gamma.

En la investigación en terreno, al equipo de salud lo tranquilizó otro aspecto: la baja cantidad de casos derivados de cada positivo, en gran medida por el aceptable cumplimiento de los aislamientos. Los casos positivos detectados como Delta estaban aislados, destacan.

Pero hay inquietud. El temor a lo que el jefe de Infectología del Hospital Muñiz de Buenos Aires y asesor del Gobierno nacional, Tomás Orduna, definió como “circulación sotto voce” de la variante Delta. Y en esto interviene en forma paradojal el alto nivel de cobertura alcanzado con vacunas, más con una dosis que con esquemas completos.

La extensión de la vacunación es la clave para evitar complicaciones en el sistema de salud por esta variante. Se conoce que reduce la posibilidad pero no evita el contagio, así como disminuye mucho la probabilidad de generar cuadros graves y muertes.

El aspecto negativo, que ayuda a la transmisión de la variante, es que la vacunación oculta los signos de aviso: multiplica los casos asintomáticos o con síntomas muy leves, lo que lleva a que sean subestimados y se demore la consulta o el testeo. De ese modo, puede existir un número alto de personas que sean huéspedes de SarsCov2, con cualquiera de sus variantes, y transcurran la enfermedad sin advertirlo. 

El piso alto de casos en el momento máximo de desescalada de la segunda ola en el país emite señales de alerta: Córdoba no logra disminuir el promedio diario de 1.300 casos confirmados, en la media semanal.

A la vez, en los últimos días la campaña perdió algo de la velocidad que había conseguido en la primera quincena del mes. Se colocaron en siete días 158.596 dosis, de las cuales poco más de la mitad -86.862- fueron para completar esquemas. La cobertura en los grupos más jóvenes es lo más destacado de los últimos días: ya está al borde del 60 por ciento el alcance con una dosis en la franja etaria de 18 a 24 años, y del 70 por ciento en el rango de 25 a 29 años. El universo de no vacunados, que sigue concentrado entre los jóvenes, pasó de 551 mil personas a 479 mil en una semana, un 13 por ciento menos.

Al final de cuentas, cuando se admita la circulación comunitaria, no habrá cambiado la prioridad: sostener los cuidados, seguir testeando y aislando y ampliar todo lo posible la vacunación.