Desde principios de este año se esta trabajando en las cámaras de Diputados y de Senadores de la Nación un proyecto de ley que inserta la obligatoriedad de capacitación docente en discapacidad.

El simple hecho de tocar este tema en nuestras redes sociales, fue el detonante para cientos de criticas, haters, docentes enojados y hasta algunos insultos por privado. Y y es que desde que con nuestra familia decidimos hacer activismo para concientizar sobre el autismo, este tipo de reacciones son moneda corriente.

¿pero de que trata el proyecto?

Este proyecto tiene por objeto capacitar, sensibilizar y concientizar a la comunidad educativa de los niveles obligatorios de todas las modalidades del Sistema Educativo Nacional sobre discapacidad y dificultades del aprendizaje, conforme con lo estipulado en la Constitución Nacional, la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y establece la capacitación docente obligatoria, permanente, actualizada y continua en discapacidad y dificultades del aprendizaje de Educación Nacional para los y las docentes de las instituciones públicas de gestión estatal y de gestión privada de los niveles obligatorios de todas las modalidades del Sistema Educativo Nacional.

El derecho a aprender en un contexto diverso e inclusivo está reconocido en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, un tratado internacional aprobado por las Naciones Unidas que fue ratificado por la Argentina en 2008 y que tiene jerarquía constitucional desde 2014 (ley 27.044). En su artículo 24, obliga a los Estados a garantizar sistemas educativos inclusivos en todos los niveles –brindando los apoyos y ajustes que sean necesarios a quienes los requieran– y a asegurar que las personas con discapacidad no queden excluidas de las escuelas comunes.

El mejor camino a la inclusión real

El problema se genera en la práctica con edificios poco adaptados ( o que se caen a pedazos), aulas sobre pobladas, poco acompañamiento técnico, y docentes muy mal pagos cubriendo dos hasta tres turnos para poder tener un sueldo acorde a la tarea. En ese contexto, somos muchos los padres que golpeamos las puertas de las instituciones educativas públicas para encontrar un espacio que se adapte a las necesidades de nuestros hijos.

En Argentina hay 64500 establecimientos educativos, de los cuales 3028 son escuelas especiales, y personas discapacitadas escolarizadas hay 500 000 aproximadamente, es decir que aunque quisiéramos mandar a todas las personas discapacitadas a escuelas especiales, los números no estarían cerrando.

Por eso que plantear una capacitación obligatoria y permanente en el contexto de la docencia, es un primer paso para comenzar a caminar hacia un encuentro inclusivo y real.

“Cuando tenía tres años y para que me aceptaran como alumno, mamá recorrió 36 jardines. Y cuando yo era más grande, tuvo que ir a 20 escuelas especiales” cuenta Julian , que es autista en el video de presentación del proyecto en el senado.

Asi como Julian hay siento de autistas, disléxicos, personas con TDAH y distintas discapacidades que atraviesan esta discriminación estructural por la que muchos pasamos sin tener las herramientas que hoy existen para poder combatirla.