La Senadora Silvina García Larraburu celebró la aprobación de la ley que promueve el acceso al empleo formal para personas travestis, transexuales y transgénero. La rionegrina comenzó su elocución citando a Diana Sacayán: "Cuando yo me vaya, sé que en algunas cuantas conciencias habré dejado la humilde enseñanza de la resistencia trava, sudaca, originaria". 

“Diana y Lohana Berkins lideraron las batallas más difíciles, cuando gran parte de la sociedad seguía confundida por los prejuicios de generaciones pasadas. Ellas, junto a sus compañeras y compañeros, fueron el parteaguas entre dos siglos, en los que se refiere a cuestiones de género e identidad. Todas ellas y ellos pusieron sus cuerpos en la calle, se encontraron, marcharon, pintaron sus banderas, se organizaron y mostraron que eran cientos, miles. Sus cantos, llenos de vida, en las marchas del orgullo; sus bailes, con plumas y brillos, nos invitaron a conocerlas/les. Escucharles, y en un principio intentar comprenderles”, recordó García Larraburu. 

Indicó: “Así, comenzamos a darnos cuenta que la democracia argentina, que tanto luchó por la igualdad, por la libertad, y también gracias a las madres y abuelas; por la identidad; estaba dejando afuera del sistema al colectivo de personas travestis, transexuales y transgénero. En Río Negro, he visto como activistas y militantes, fueron construyendo redes de contención para pares y mecanismos de incidencia política. Les he visto caminar los pasillos, golpear las puertas, pedir reuniones y presentar proyectos de ley en los Concejos Deliberantes, Legislaturas, Universidades. San Antonio Oeste, Viedma, Cinco Saltos, Cipolletti, Bariloche, Río Colorado, Luis Beltrán, Allen, la Facultad de Ciencias de la Educación y la Facultad de Ciencias Sociales del Comahue ya cuentan con cupos laborales para personas trans” y reivindicó a  Ornella Infante, actual Directora Nacional de Políticas contra la Discriminación del INADI. “Ella es un faro en Río Negro. Su historia y experiencia es la que queremos multiplicar. Que florezcan cientos, miles de Ornelas en cada dependencia pública”. 

“La población trans es estructuralmente pobre porque se encuentra sistemáticamente excluida de los sistemas formales de educación y del mercado de trabajo. Y la consecuencia directa la conocemos todos: el 90% de las mujeres trans subsiste ejerciendo el trabajo sexual. Como trabajadoras sexuales, estas mujeres están más expuestas a la violencia masculina e institucional. Sometidas a una triple opresión por su condición de mujeres, trabajadoras sexuales y trans, el colectivo tiene una esperanza de vida de entre 35 y 41 años” señaló. 

Agregó: “Vivíamos en una democracia incompleta, restringida, limitada o limitante. Pero la página de la historia comenzó a darse vuelta con la Ley de Identidad de Género de 2012, que aprobamos gracias a la lucha de las organizaciones, pero también gracias a la voluntad política de nuestra Presidenta, de los y las que integrábamos el Frente para la Victoria. La lucha de abuelas se resignifica en este siglo XXI y se suma una nueva posta. La batalla cultural de los derechos humanos está ganada:  la mayoría de las fuerzas políticas hoy están acompañando este proyecto de ley”.

Argumentó: “También se que esta ley no es suficiente. Tenemos que caminar hacia una iniciativa más amplia y debatir una Ley Integral Trans en el futuro inmediato”. y agradeció a “las organizaciones de la sociedad civil como el Frente Nacional por la Igualdad del Movimiento Evita; la Asociación de Travestis Transexuales y Transgéneros de  Argentina (ATTTA); la Federación Argentina de Lesbianas Gays, Bisexuales y Trans;  y tantas otras que militan sus territorios a lo largo y ancho del país”. 

Concluyó: “Hoy estamos pagando una deuda. Y lo hacemos de la mejor manera en la que los peronistas lo sabemos hacer: dando trabajo, bueno, de calidad, en espacios inclusivos con amoroso cuidado. Se está comenzando a escribir otra historia: colorida, alegre, inclusiva, mucho más humana. Por todas las compañeras y compañeros que perdimos en esta lucha: QUE SEA LEY!”.