Un estudio de campo realizado por OceanBased Perpetual Energy, en colaboración con el Centro Nacional de EnergÃa Renovable Marina del Sureste (SNMREC, por sus siglas en inglés) de Universidad Atlántica de Florida (FAU) en aguas del golfo frente a las costas del sur del estado de Florida, ha demostrado que puede obtenerse energÃa perpetua limpia y renovable con el aprovechamiento de la corriente que allà fluye.
Según los investigadores, se trata del primer proyecto en su tipo, ya que a diferencia de otros basados en las mareas o las olas, este se centra en el flujo perpetuo del agua conocido como Corriente del Golfo.
La Corriente del Golfo discurre por el océano Atlántico, se origina en el golfo de México y se extiende hasta la punta de la penÃnsula de Florida, sigue la lÃnea hacia el norte de las costas orientales de Estados Unidos y Canadá para luego cruzar hacia el este ahora bajo el nombre de la Corriente del Atlántico Norte.
Se la describe como una corriente superficial que disminuye gradualmente en profundidad y velocidad hasta prácticamente anularse a unos 100 metros. Su anchura es de más de 1000 km en gran parte de su larga trayectoria y se desplaza a una velocidad de 1,8 m/s aproximadamente.
Un equipo conformado por cientÃficos, investigadores, ingenieros, camarógrafos, fotógrafos y tripulantes a bordo del Go America, una embarcación de investigación de casi 46 metros de largo, trabajaron en instalar tres tipos distintos de convertidores de energÃa de corriente oceánica (OCECs, por sus siglas en inglés), turbinas configuradas para el uso hidro cinético.
Los OCECs se sumergieron en la Corriente del Golfo a aproximadamente 20 millas (32 km) de la costa entre los condados de Broward y Palm Beach, donde la velocidad del agua generalmente varÃa entre los 3 y los 5 nudos sin interrupción, es decir entre 1,5 y 2,5 m/s.
El trabajo de investigación fue proyectar cómo una subestación eléctrica basada en el fondo del mar recibirÃa la electricidad entrante de la Corriente del Golfo que fluye a través de los OCECs. La electricidad generada se transmitirÃa a través de una subestación de retransmisión conectada por un cable en el fondo marino que recorre de 24 a 32 km de regreso a la orilla del mar. En tierra, una subestación adicional se conectarÃa a la red eléctrica o serÃa aprovechada para otros usos, como proveer energÃa a plantas de combustible de hidrógeno, minerÃa blockchain o servidores y centros de almacenamiento de datos.
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