Tras la internación del hombre con coronavirus que dos veces se fugó del hospital, personal de Salud se trasladó hasta el Barrio Obrero y La Esperanza y realizó no menos de 30 hisopados para minimizar el riesgo de que haya contagiado a otras personas.

Sin embargo, algunos vecinos -tres o cuatro- que están identificados se negaron a la prueba, entre ellos el padre del paciente que puso en riesgo a la población. Ante su negativa, los agentes sanitarios tendrán que volver a repetir el procedimiento con ayuda de la Policía, informó la directora del hospital Pedro Moguillansky, Claudia Muñoz.

"El personal ya viene sobrecargado, y esta situación lo sobrecarga aún más. Por lo menos, que se contemple ese esfuerzo”, sostuvo Muñoz.

Mientras tanto, el hombre que puso en riesgo a la población con su accionar permanece internado con custodia permanente y esposado.

“Hay que entender la gravedad del caso y extremar las precauciones porque el riesgo de nuevos contagios es latente y hay personas que sin tener arte ni parte en este asunto pueden resultar perjudicadas”, agregó Muñoz.

El riesgo es latente porque, aseguró, pudieron constatar que este hombre hizo vida social, aún cuando sabía perfectamente que tenía que aislarse hasta que estuviesen los resultados del hisopado que confirmó más tarde su diagnóstico.

“No acató nada de lo que le dijimos. No cree que esto sea algo serio. Miente sistemáticamente en su relato; y a pesar de ello, hemos comprobado que compartió vino y asados con algunos amigos. Ahora que está internado, insiste con irse. Por eso tiene que estar esposado y con una custodia permanente”, advirtió Muñoz.

Los testeos se hicieron este lunes 13 en el comedor que cedió la dirigente barrial del Obrero, Lila Calderón. También en el tercer puente, donde el personal de una ambulancia hisopó a la gente que se acercó.

Las muestras que resultaron de los testeos ya se enviaron a Roca, para que sean analizadas.