En medio de la crÃtica situación que atraviesa el paÃs por muchas de las polÃticas implementadas por el gobierno y a pesar de haber cierto pesimismo por parte de un sector empresarial en cuanto a cómo pueda llegar a ser la temporada turÃstica, Bariloche está en marcha.
Si bien la relación de la gestión Cortes con la dirección del SOYEM ha sido tensa y aún se escuchan reclamos, pareciera que de a poco los trabajadores se van adaptando a las nuevas formas de la gestión que ha dicho en reiteradas ocasiones que quiere gente que trabaje en el municipio y no vagos.
Ciertamente la frase puede ser chocante para algunas sensibilidades, pero refleja lo que quiere el intendente para la ciudad. Según sus dichos quiere una ciudad moderna y en desarrollo donde lo inmobiliario esté acordé con nuestra geografÃa, la gente tenga terrenos para construir sus casas con todos los servicios, poder asfaltar calles en el alto y terminar con los malditos baches y pozos que rompen los autos de los vecinos .
Con el otorgamiento de la emergencia social y económica por parte del Concejo Deliberante, Cortes tuvo la autorización para comprar maquinarias que deben resolver la problemática de las nevada en las calles para esta temporada que se avecina. Y las máquinas llegaron y se compraron en corto tiempo.
El concejo deliberante desde la conducción de Gerardo del RÃo y los concejales que lo integran han estado a la altura de las decisiones a tomar en las circunstancias en las que vivimos y como representantes del pueblo, decidieron lo mejor que se podÃa hacer. Obviamente que hay cuestiones que cómo oposición deben objetar y ver los detalles pero sin olvidar que ellos representan al pueblo y no intereses personales o partidarios.
A seis meses de gobierno y con sus bemoles internos Cortes va dejando atrás su faceta gremialista y se pone cada dÃa más su capa de intendente, un aprendizaje que seguramente no le habrá sido fácil en una ciudad tan demandante y politizada como San Carlos de Bariloche.