La marcha por el dÃa de la lealtad peronista en Bariloche fue contundente. No solo por la cantidad de vehÃculos y personas, si no porque se vio una cohesión y unidad que no se veÃa desde los tiempos del ya fallecido Carlos Soria.
La marcha que hizo epicentro en la terminal de ómnibus de Bariloche, tuvo en recorrido por diferentes arterias de la ciudad. Desde el Este, Sur y Oeste de la ciudad se podÃan divisar centenares de vehÃculos que con banderas argentinas y alegóricas a la fecha hacÃan sonar las bocinas rompiendo el ya acostumbrado silencio de una mañana de sábado en la ciudad.
Obviamente no faltó la acostumbrada vuelta al Centro CÃvico con el permanente canto de la marcha peronista y los clásicos signos de la “ V “ que enarbolaban los ocupantes de los vehÃculos. Una marcha donde confluyeron diferentes generaciones del justicialismo, desde jóvenes adolescentes hasta señoras arriba de los 60 y 70 años.
No hubieron los efusivos abrazos, ni el choque de manos como saludo. El coronavirus impuso las restricciones de distancia social y alcohol en gel. Pero las cómplices miradas y las sonrisas hicieron las palmas y cercanÃas que el COVID-19 no permite.
En una localidad que aparentemente es más tendenciosa a la derecha sorprendió ver a tanto peronista esgrimiendo las banderas de unión y libertad del peronismo más puro. Ese mismo peronismo que reclama volver a las raÃces y que comulga más intestinamente con Néstor y Cristina Kirchner
CGT Delegación Andina,UPCN Partido Comunista, Patria Bariloche, Incluyendo Bariloche, La Cámpora,Movimiento Evita, Agrupación Militancia Peronista Rionegrina, Agrupación Cordillera y otras agrupaciones más le dieron a esta marcha en el 75 aniversario del dÃa de la lealtad peronista una aparente firma de unidad de las tropas leales al general en nuestra ciudad.
En tiempos donde el gobierno de Alberto Fernández sufre un fuerte embate de crÃticas y ninguneo por parte de la oposición y sectores de la población muy cercanos al Macrismo. Sentir este tipo de apoyo de parte de compañeros justamente el dÃa de la lealtad debe saberle a gloria. BÃblicamente es como que le dijeron Alberto levántate y anda, estamos vos.