Augusto logró comunicarse con el 911 a las 2.53 de la madrugada y fue atendido por la Cabo 1° Ojeda, a quien le informó que estaba en el Cerro López y que hacía cuatro horas le había caído una avalancha.

El montañista contó durante la comunicación que logró colocar una bandera en el lugar, y que estaba bajo nieve inmovilizado y logrando respirar a través de un agujero.

Mientras el hombre le narraba  todo lo sucedido y daba información importante para poder ser auxiliado, la operadora Ojeda en un excelente trabajo, se encargó de brindarle contención al tiempo que se comunicó de manera simultanea con Protección Civil, Bomberos y Policía, generando una rápida y gran articulación que incluyó también a Gendarmería y personal del Club Andino.

Fue esencial en ese momento mantener la comunicación con Augusto debido a que éste había llamado desde el celular de su amiga el cual no tenía manera de desbloquear ni sabía el número y que solo estaba habilitado para llamar al 911.

Augusto le señaló a la operadora que se encontraba en la canaleta de al lado de una formación rocosa con sus esquíes trabados, pudiendo respirar y mover la cabeza.

La Cabo Ojeda mantuvo la comunicación con Augusto durante una hora y 45 minutos donde se encargó de brindarle tranquilidad mientras un grupo de rescate iba en su ayuda. 

Unas horas más tarde, el grupo de rescate encontró al hombre y lo trasladaron a la base para que sea atendido por personal de Salud para luego ser llevado en helicópero al hospital más cercano.

Fue fundamental la habilidad y el profesionalismo de la operadora para manejar la situación con calma y eficacia, así como su capacidad para coordinar de manera simultánea con diversos organismos de emergencia, la cual fue determinante para el exitoso rescate.

La intervención oportuna y la  articulación eficiente de Río Negro Emergencias 911, liderada con destacada profesionalidad por la Cabo Ojeda, fueron decisivos  para salvar al hombre. Su trabajo ejemplar no solo garantizó una respuesta rápida y efectiva, sino que también brindó la tranquilidad necesaria para mantener a Augusto a salvo hasta la llegada del rescate.