Miriam Arenas, como muchos emprendedores tuvo que sobreponerse a los límites que impuso el aislamiento social, preventivo y obligatorio que se dictaminó por la erupción de la pandemia. El desafío fue el mismo, pero cada cual lo transitó de manera diferente. Mientras algunos bajaron los brazos y se vieron abrumados por la baja de sus ventas. Otros como Miriam, desarrollaron ideas, realizaron capacitaciones y lograron salir airosos de la encrucijada.
“Estaba iniciando el proyecto y se declara la pandemia. Entonces fue dar un volantazo rápidamente y adaptarse. Es todo un proceso. Pero, yo sigo insistiendo en que es un tiempo para mí súper divertido, porque fui viendo resultados positivos. La solución fue que me volqué mucho a las alternativas on line, empecé a realizar cursos de marketing on line y de redes, algunos impulsados por la Cámara de Producción, gratuitos y otros pagos, y esto me permitió activar realmente la tienda on line. Por éste canal comencé a recibir pedidos de Córdoba, Buenos Aires y hasta de Salta, más los encargos del público local, que nos habían conocido en nuestro local, de la galería Paseo de la Catedral”, comentó Arenas.
“Filomena Botánical”, es como Arenas decidió bautizar su proyecto porque así la llamaba su abuelo de pequeña, es una línea de cosmética natural, realizada a base del aceite de mosqueta prensado en frío, con la que se elaboran distintos productos para el cuidado de la piel y el pelo, sin parabenos y sin testeo en animales. Decidirme a iniciar este emprendimiento tuvo más que ver con una búsqueda personal. Le dediqué casi un año y medio al desarrollo de la idea, de los valores de marca y de los distintos procesos que requiere un producto de calidad”, expresó la emprendedora.
Para el nacimiento de “Filomena Botánical”, confluyeron dos instancias en la vida de Arenas.
“Por un lado estaba buceando en nuevos horizontes laborales y al mismo tiempo en una búsqueda interna de revalorización personal, y en un momento todo se fusionó”, recordó la mujer.
“Hace muchos años que trabajó con la extracción de aceite de rosa mosqueta y que me relaciono con farmacéuticos, bioquímicos, y químicos, y después de mucho investigar sé que la rosa mosqueta tiene muchísimos, beneficios. Es un mundo que me fascinó. Estudié y leo muchos documentos y análisis realizados sobre el tema por distintas universidades en varias partes del mundo, es una planta muy estudiada, sobre todo afuera, más que en la Argentina”, indicó la profesional.
Para garantizar la calidad de su línea de cosmética natural, Arenas expresó que se respalda en “todos mis conocimientos en la elaboración de los productos naturales, y si bien la extracción en frío no es el método más rentable, es la forma de mantener las propiedades casi intactas”, definió.
La rosa mosqueta es una planta alta en vitamina C, fue traída por los inmigrantes a la Patagonia. Entre sus principales propiedades para la piel combate el envejecimiento prematuro, es antioxidante, disminuye arrugas, y aclara manchas.