También estará ausente con aviso ese tradicional chocolate caliente servido por la escuela Militar de Montaña, que año a año estaban  con  sus  carros térmicos. 

Será un año sin festejo, es que  San Carlos de Bariloche en lo que va de la pandemia ya ha perdido alrededor de 300 queridos vecinos. Cómo festejar? Sí en cada hogar barilochense falta alguien querido;  un padre, una madre, un hijo, un amigo.

Complicado también desde lo económico, ya que la mono-actividad que posee Bariloche esta congelada desde el año pasado y sin vista a una recuperación normal, si bien vale aclarar que recibió turistas en la temporada de verano, no alcanzó para que los pequeños comerciantes puedan afrontar  las deudas de los meses anteriores y los  que vendrán. Muchos locales cerrados, locales que eran típicos de la ciudad.

Sin embargo Bariloche se ha puesto de pie otras veces, tal vez la mas grave nos recuerda ese 4 de junio del 2011, en que el día se hizo de noche en segundos, y  llovían cenizas,  año complicado, sin conexión aérea, casi un metro de cenizas en la ciudad. Pero la solidaridad de barrio pasó y Bariloche resurgió como el ave fénix, nunca mejor dicho, desde sus cenizas.

Los que han  nacido y criado en  Bariloche saben que no hay un mejor lugar en el mundo, montañas, ríos, naturaleza, un centro de esquí que nada tiene que envidiar a los europeos, porque como dicen los brasileros, no hay otro mejor. Una de las mejores vistas  la de los cerros  Otto y Campanario.  Y tal vez eso que enamora es lo que hace que muchos decidan dejar la locura de otras ciudades y opten por Bariloche como su lugar en el mundo.

Porque Bariloche mantiene ese no sé qué,  de pueblo aún, donde todos se conocen, donde todos se enteran de todo, como por ejemplo, el pata de lana, que corrió desnudo por las calles de Bariloche y todo el mundo conocía a uno de los tres involucrados. 

Pero también tiene ese gramour  de ese hotel de antaño, que es bello por dentro y por fuera, emblema al igual de la Catedral y el Centro Cívico, como lo es el Hotel Llao Llao con un servicio de excelencia, que contó durante muchos años con el Chef ejecutivo Federico Gastón Dominguez Frontán,  que tantas veces nos ha representado en el mundo con su gastronomía. Y así también hay otros hoteles y restaurantes  de primer nivel, con premios internacionales como el Charming Luxury Lodge y Private Spa  que cuenta con el â€œWord Travel Awards”, que premia a los mejores destinos turísticos de todo el mundo.

Bariloche también es turismo mieleros, adultos mayores,  jóvenes, boliches,  cervecerías artesanales.  Y también es orgullo nacional con el INVAP que hincha el pecho decir que su nacimiento lo es en esta ciudad donde convive todo esto, turismo de todas las edades y cerebros de genios por doquier.

¿Cómo no se la va a querer a Bariloche?, si es tan conocida que hasta  Los Simpson nos nombran aunque sea diciendo que son gordos, por esta industria de chocolate que es marca registrada en el mundo entero. 

No habrá festejos, pero Bariloche saldrá una vez más y resurgirá de esta crisis, tal vez le lleve unos años, pero se reinventará y saldrá adelante, y vendrán muchos aniversarios nuevos. Bariloche es todo el año, las cuatro estaciones son una belleza diferente, es aire libre pero también buenos hoteles, cervecerías y restaurantes.

Simplemente FELIZ ANIVERSARIO, FELIZ 119 AÑITOS, SAN CARLOS DE BARILOCHE!