Ya fue: «No podemos seguir viviendo» de «Perón, Evita, Néstor y Cristina». No lo dijo Sergio Massa Tampoco, Alberto Fernández. Lo dijo Axel Kicillof, el preferido de Cristina Fernández de Kirchner. No lo dijo en el Consejo de las Américas ante la crema del establishment. Lo dijo sentado al lado de Juan Grabois en el escenario de un acto armado por organizaciones sociales, una platea ultra K a la que convocó a «construir una nueva utopÃa» para convencer al electorado esquivo para Unión por la Patria de que el 22 de octubre vote por el ministro de EconomÃa, tal lo publicado por el sitio LetraP.
«Perón, Evita, Néstor y Cristina son los momentos más gloriosos de nuestro paÃs», pero «hay que darle un carácter de época nuevo» al movimiento que condujeron esas figuras centrales del peronismo, propuso el gobernador en la Facultad de PsicologÃa de La Plata.
Kicillof lanzó el poskirchnerismo con metáfora musical. Comparó la tendencia a aferrarse a esos sÃmbolos con «las bandas de rock que tocan grandes viejos exitos» y llamó a «componer una nueva, no una que sepamos todos».
El gobernador, que un rato antes habÃa lanzado, después de ocho dÃas de evitar una definición, la suma fija que le reclamaba Massa, con quien habÃa compartido un acto al término de una semana de tensiones por esa medida que gobernadores e intendentes evitaron imitar, pidió «construir una nueva utopÃa«. «No vamos a entusiasmar solo con un discurso y una propuesta nostálgica», advirtió.
Para Kicillof, el problema del oficialismo es «la comunicación» frente a la emergencia del fenómeno que lidera Javier Milei. En ese terreno, llamó a «hacer un mea culpa grande». El ultraderechista «dice barbaridades y no se ve del todo lo que serÃa vivir un paÃs» como el que propone el lÃder de La Libertad Avanza, señaló y abundó: «Lo que serÃa para el laburante, para los sectores populares, para los empresarios… no sabemos transmitirlo».
Además, dijo que el peronismo no está sabiendo explicar lo que pretende hacer. «Va a haber que hacer un esfuerzo creativo para poder expresar algunas ideas anteriores de una manera nueva y algunas ideas nuevas que no tenÃamos antes. Hay que poder decirle a la sociedad cómo se da vuelta está situación, porque no alcanza con decir que vamos a mejorar: hay que construir una nueva utopÃa», reclamó.
Antes, Grabois, que durante la campaña para las PASO, como rival en la interna, habÃa criticado a Massa con dureza, le habÃa preparado el terreno a Kicillof. «Muy simpático no me cae, pero estoy poniendo la cara diciendo que hay que ir a votar» al ministro de EconomÃa, habÃa dicho.
«Hay que decretar en este momento una amnistÃa general; basta de boludeces: la Patria está en peligro, se terminó el internismo; Massa ahora es alto, rubio, de ojos celestes… un tipazo», habÃa proclamado.
El auditorio de la facultad de PsicologÃa, elegido a último momento por las inclemencias del tiempo -la «mateada» estaba armada para hacerse al aire libre- quedó chico. Decenas de personas quedaron afuera, desde donde pudieron seguir «la charla de los petisos», como la denominó Ofelia Fernández -también presente-, en una pantalla gigante.
La charla transcurrió el un clima poco habitual, de infidencias, palos y chistes cruzados, una especie de stand up que provocó una y otra vez risas en la concurrencia pero que dejó en claro la mirada del kirchnerismo duro de cara a la elección general: ahora, es con Massa, aunque no le guste