Nuestro querido y hermoso Bariloche sigue herido de irresponsabilidad y algo de ignorancia. Dicen algunos filósofos que es un mal de las grandes ciudades, más descreo que sea lo que está pasando aquí. Primeramente porque creer que somos una ciudad grande es pecar de ignorantes, aunque a veces de la sensación que tenemos muchos.

Desgraciadamente volvimos a ser la ciudad o localidad, para ser más exacto, con mayor número de casos positivos de COVID-19, pero este dato en vez de alarmar pareciera que sirve como cohete de impulso a cada día pedir y pedir que se abran más actividades. 661  activos o positivos de coronavirus es lo que hoy tiene Bariloche y esta cifra que debiera ser muy alarmante prácticamente no le interesa a una gran masa de personas que pululan entre calles y avenidas sin protección y descreyendo de las cifras oficiales.

Pareciera también que el estado provincial y municipal se cansó de advertir y comunicar lo que pasaría en los casos que colapsara el sistema sanitario de salud en la provincia .Algo que ya ha ocurrido en diferentes localidades que han llegado al 100% de su ocupación de UTI ( Unidad de Terapia Intensiva). La prioridad de la subsistencia económica le ganó a la prioridad de la salud debemos asumirlo y las máximas autoridades se enfocan sobre esto.

Si leen gacetillas, o comunicados de prensa y escuchan conferencias todo está encaminado a levantar la ciudad a toda costa.  No es solamente un tema de los políticos que con gran entusiasmo te hablan de lo que pronto se va abrir, también empresarios, gremialistas y trabajadores están montados en este tren de las aperturas. La excusa para tanto entusiasmo es que si se cumplen los protocolos no pasa nada.

Cuando estamos en un ascenso de casos es cuando más manifestaciones y reclamos hay, casi todas con un denominador común “queremos trabajar “.

Ahora no se han puesto a pensar que para trabajar hay que tener salud. Los protocolos de salud y cuidado, quienes los están cumpliendo? Los  jóvenes? no. (Creen que no les va a pasar nada) Personas adultas, un porciento muy grande cree que no se van a contagiar. Y los adultos mayores son los que más cumplen pero los nietos e hijos que los visitan son los que los ponen en riesgo. Esta ecuación es la que rige en nuestra localidad, súmenle los anticurentena y los langas de siempre y éste es el resultado.

Como controlar a esta manada incontrolable de neófitos?, imposible. Entonces el estado se rindió. Porque el estado se hizo cargo a pesar de todas las campañas y fake new que se han creado en estos 6 meses. Ayudas con IFE, ATP, tarjetas NUTRE, alimentaria, aumento de bonificaciones en las asignaciones universal por hijos ,distribución de  bolsones y cajas de comida, programas de ayuda etc. Donde otros países de nuestro continente la gente no recibía nada y moría en las calles, acá se hacía todo lo que anteriormente expuse.

Pero ahora el estado se rindió. Nadie quiere cuarentena ni restricciones? , entonces lo que suceda háganse responsables cada uno. Es lo que no ha dicho el estado,  pero está haciendo de forma sutil.

El tema del turismo merece párrafo aparte. Que turista va a querer venir a una ciudad llena de contagios?, de que protocolos hablan? cuando los lugareños no lo cumplimos. Que le vamos a ofrecer al turista en esta llamada nueva normalidad? Un chocolate con barbijo? Promotores de la calle Mitre gritando a  través de los tapabocas, distancia social de los perros san bernardos y poco ambiente festivo en bares y cervecerías mirando de reojo para salir rajando si alguien tose y mirando el chopp de birra con desconfianza. 

Si llegaran a venir turistas nacionales e internacionales y  encuentran esta nueva normalidad turística no creó que quieran volver y mucho menos recomendarnos como destino. Para que en realidad podamos tener turistas tienen que bajar los contagios y para que esto suceda solamente una cosa se puede hacer. Cumplir con los protocolos y ser responsable.

El estado se cansó de decirlo, ahora la pelota la tenemos nosotros y por ahora estamos perdiendo el partido.

Por Leonel Tornes Antúnez