En el día de ayer la Justicia federal con sede en Viedma ha resuelto como ilegítimo el acto por el cual la convención de la UCR Rionegrina había decidido deslegitimar a la actual conducción del partido.

¿Qué significa esto? que hay esperanza, que las instituciones y la república a veces funcionan. Nosotros los radicales de ley, los que trabajamos por una arquitectura moral y transparente en todas las dimensiones, hoy tenemos el aval de la Justicia y nos permite seguir trabajando por nuestro sueño.

De más está decir que quienes quisieron dar un golpe institucional y tomar el poder sin respetar ni el más mínimo gesto democrático hoy se encuentran con un límite, un freno que nos alimenta y nos da esperanza a seguir trabajando para generar un cambio en el país y en la provincia.

Como diría el célebre e inspirador Moisés Lebensohn “Nuestra bandera en este momento es la bandera de la República y quienes se alzan contra el sentido de libertad y contra los contenidos profundos que dieron nacimiento a nuestra Patria, son perjuros del sentimiento de la Argentina.”

Sobran los caracteres para tratar de explicar las razones por las cuales esta convención ilegitima había decidido ignorar la representación de la actual conducción, y no sobran las especulaciones para saber adónde querían llevar a nuestra querida UCR.

A estos navegantes del organigrama público les queremos decir de manera firme y elocuente: la UCR no se compra, los valores no se negocian. Nosotros vamos a estar siempre del lado de los correligionarios que ven en nuestro centenario partido una reserva moral para una Nación que no deja de degradarse.

Convoco a todos los radicales, a unir el partido. A deponer actitudes hostiles por parte de la actual conducción de la convención, trabajar para ordenar el partido, para ganar las próximas elección estando dentro de Juntos por el Cambio, respetando el esquema Nacional.